Domingo en la noche. Fernando Meneses está feliz porque horas antes hizo su primer gol oficial en Colo Colo, en el 5-1 sobre San Felipe, y sólo espera que transmitan el “Zoom Deportivo” en el canal siete para ver su hazaña por televisión. De pronto entra en la habitación Adriana Hidalgo, o la tía Adriana como le dicen los jóvenes albos, y le pide que apague el Samsung de 14 pulgadas que está sobre una mesa.
Meneses y su compañero de camarote, Nelson Pavez, le ruegan que los deje otro rato. “El reglamento es estricto, así que no”, advierte ella, tajante, aunque al final se le ablanda el corazón y no puede sustraerse de los ruegos, “pero sólo por esta vez”, aclara.
“Es que estos niños son como mis hijos, aunque yo tengo dos. Los conozco desde hace tantos años que los siento como propios”, cuenta Adriana, una vecina del estadio Monumental que hace siete años comenzó a alojar jugadores de provincia que probaban suerte en el Cacique.
Entre los primeros que pasaron por su casa se destaca Miguel Aceval. Hoy ella tiene a siete muchachos en su casa, aunque hay varios más que van a almorzar desde que se cerró el casino del club.
Dos de sus pensionistas se destaparon este año en el primer equipo de Colo Colo: Matías Fernández, oriundo de La Calera, y el nombrado Meneses, llegado desde Lontué. La tía Adriana está orgullosa y no lo disimula, aunque sabe que pronto el destino y un contrato de profesional los alejarán de su casa.
“Ha pasado con varios muchachos que después buscan su vida más independiente”, cuenta con nostalgia.
Meneses ya se prepara para ese alejamiento y no disimula su pena. “Cuando me vaya echaré de menos las comidas, porque yo no sé cocinar y acá comemos muy bien. Sobre todo voy a echar de menos a la tía, porque es la persona a la que uno le cuenta sus cosas. Es como una madre. Yo estoy lejos de mi familia así que con ella converso bastante”.
Ayer no estaba Matías Fernández, de paseo donde unos parientes, y la tía Adriana no disimulaba su preocupación hasta que el actual conductor albo la llamó: “Menos mal, porque me tienen que avisar dónde andan”.